Y digo yo

Temblar, como el sol cuando brilla a la orilla del río, Temblar, como una hoja cuando hablo contigo y las amapolas bailan en su dulce gracia de rojo vestido. 
Y caer en la cuenta que me siento desnudo, la coraza resbala y no tengo mi escudo, sentir y temblar, vibrar; al abrigo de los sueños que penden de un hilo.
Y caí en la cuenta que desabrochaste  el botón que tiempo atrás ocultaba mi oscura agonía, tu sonrisa en sentires, tus lunares mi abrigo y me acuesto en tu ombligo temblando como lo hace el sol a la orilla del río.
-Gustavo Guevara-