Viento, ve.


En tus caderas, esta mi casa y escribir como reclamo porque no állo salida a esta impotencia,
viento;
ve y dile que la quiero cuando descubras su oído, recorre el mundo hasta que la encuentres al otro lado de un libro. 

Dile que la amo y entregale estas caricias que te lanzó en un suspiro, 
Viento;
ve, dile que la extraño que yo te espero al borde de este risco observando las agujas en su lento recorrido. 

Y escribir como respuesta a los demonios malditos
Y preguntar sin respuestas,
Viento; 
Y tu que crees?
Me pensará? 
Que sentirá?
cuando le digas al oído que al borde de este risco estoy hablando de ella, contigo.
-Gustavo Guevara-

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