Musa

Nunca antes, la casualidad de la vida tuvo mejor pretexto en unir, papel, tinta y beso; cuando en mis versos las palabras se alinean en las comisuras de tu boca.

La mirada es el silencio más agradable de escuchar, en el limbo que voy a la deriva cuando veo tus ojos intensos atravesar los desiertos de mente,
sin decir nada cuantas palabras llegan al alma, rechinar de oxidados rieles donde se detuvo el tiempo. 

Cuanto honor cabe un sorbo de café mientras te observo, lejana, altiva, sonriente y sabiendo que a pesar de las circunstancias, tu eres mi musa.
-Gustavo Guevara-
  

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