Sonrisas culpables

Porque soy un fiel amante del sonido que producen a media tarde tus tacones, me miras y te ríes; te miro y sonrío.

Cuando nos cruzamos sobre el puente, suena una sirena lejana que anuncia la partida de un nuevo barco, exhalando suspiros, los dos ocultando que sabemos caminar sobre las aguas.

Remanso reflejo de una cuidad cansada, replican las campanas que no pueden ocultar el sonido de tus zapatos, me preparo y te miro; 
tú  sonríes, yo sonrió.
-Gustavo Guevara-

Comentarios

Entradas populares